26 de julio de 2010

Sin Sexo y en la Ciuda (y como ejemplo... una niña)

Cómo pasan las vacaciones así tan rápido… esto es ilegal, deberían de ser mas días para poder descansar de las vacaciones mismas... en fin!

Pues que novedades traigo, a si mi viaje tan esperado a la Gran Manzana, una semana súper intensa en cuánto a caminar y aguantar a la familia se refiere.

Ya habían pasado varios años en los que no salíamos los 4 juntos, (aunados a 20 personas más)

Si 24 personas a un viaje de una semana, yo pensé… esto será un Big Brother región 4 pero me equivoqué fue un viaje lleno de aprendizajes, anécdotas (supe como mi papá besó a mi mamá la primera vez.. Giuuuuuuuuk) y mucho compañerismo.

Tengo que reconocer que cuándo me dijeron que era la única individua que estaba en el limbo, ya saben, ni eres adolecente ni eres de las ñoras dije: Gabriela estarás haciendo lo correcto? Soportarás a cuanta adolecente fanática de Edward Cullen y Jacob Black se le antoje decir tonterías? Y lo que es peor… con cuántos niños menores de 11 tendrás que convivir… No si esto se veía más difícil que un reto de esos de Survivor en el Amazonas… pero aún así me lancé a la aventura… Mencioné que los viáticos eran patrocinio de mi padre y sonaban tentadores???

Nuestro destino, Nueva York… el objetivo, apoderarte de la Ciudad, conocerla de Norte a Sur sin dejar rincón sin descubrir. Aprender cómo fue que la Estatua de la Libertad tiene ese nombre y que fue un regalo, caminar por la Quinta Avenida usando unos tacones de 12 cm (confieso que lo intenté pero no lo logré!) para poder sentirme “de allá” . Superar la prueba de comer Pizza y hot dogs en las esquinas sabiendo que por lo menos de equipaje extra me traería unos 3k de panza… Disfrutar del ambiente Bohemio de Soho, sentirme una experta en arte tratando de descifrar las pinturas fumadas de Picasso en el Met, retar al vértigo subiendo 86 pisos del Empire Estate para tratar de sacar la mejor fotografía, deleitarte al viborear a todos los ejecutivos que religiosamente salen a las 5 y caminan por Wall St… y por supuesto enamorarte de todos los atardeceres maravillosos que se respiran en Central Park.

Eso es Nueva York la Gran Ciudad en dónde supuestamente la vida es más glamurosa!

Todo eso fue impresionante, místico maravilloso… pero en realidad lo que me dejó mas complacida no fue ni las luces ni las grandes tiendas de diseñador, (aunque me gasté todos mis ahorros en mi hermosa Bolsa, pero eso es pa otro choro!)… lo que en realidad me robó el corazón fue encontrarme a mi misma… 18 años atrás… saber que el alma de niña aún la tengo y no necesariamente me puedo considerar inmadura o infantil…

Estas letras se las dedico a una amiga nueva, que aunque es 18 años menor que yo, hoy se ha convertido en la persona que mejor me ha enseñado a darle el verdadero valor a las cosas…

Saben que soy anti-niños… pero ella me recordó lo que por el estrés del trabajo, el ajetreo de la rutina y los problemas de la vida cotidiana se me había olvidado… Me llevó a un viaje al pasado en dónde reviví mi niñez, la inocencia y lo espontaneo que podemos ser los seres humanos, un flash back en el que me descubrí, me reinventé y tomé fuerzas para enfrentar y elegir los caminos que la vida me pueda preparar.

Loca o no en la vida no hay casualidades, y si bien el libre albedrío me permitió elegir la opción de viajar en familia (además de que era viaje todo pagado, ya lo sé!) sé que al igual no me equivoqué en dejar que mi corazón y mi sentido común se quitaran la ciudad de encima, los prejuicios y las fobias a los niños “gorrones” y dejaran entrar las palabras tan sabias de una niña de casi 11 años…

Tal vez el título no tenga nada que ver, pero esta vez, lejos de pensar que a mis casi 29 años me fui a NY a solo tener frivolidades (poquitas namas ) y buscar “prospectos guapos” en las calles de Manhattan… prefiero reconocer que más bien fue un viaje completamente familiar en dónde la inocencia … y la compañía de los 7 días de la semana de mi amiguita Daniela y … está bien las compras también ok, lo reconozco… fueron el ingrediente principal…

A todos los que conformamos el Viaje Salvaje a la Jungla de Concreto! Muchas Gracias!

Gabriela Suárez