7 de octubre de 2010

Comamos Prójimo

Lunes, 4-Oct-2010

En el día previo a mi cumpleaños número –qué les importa-, me he dado cuenta que con el paso del tiempo, la vida o las eventualidades de ésta, me han hecho más cínica.

Si al igual que yo, poseen un gran sentido del humor, se critican y se burlan de ustedes mismos, entonces sabrán perfectamente a que me refiero.

El irte a sentar a un lugar concurrido de gente, mientras te devoras una nieve y empiezas a analizar a cada espécimen que va pasando, es realmente maravilloso, ya que te da la pauta para decir - ¡No pues sí, yo estoy mejor que esa!- ó mejor aún -¡Tengo que dejar de comerme este chingado cono de tres bolas de nieve, porque quiero esa cintura, esos zapatos, su pelo, sus pompas y de pasada también a su novio, porque no?-

A esta terapia extremadamente relajante la llamo también “El festín de mi paladar mental” ya que sirve para agrandarme o apedrearme el ego, según sea el caso.

Si la semana pasada me fui a investigar la soltería como un estilo –moderno- de vida, ayer domingo fue para estudiar a la raza humana y su afán de regocijarse ante la desventura, la rareza o la belleza – para desdicha de nuestro subconsciente envidioso- ajena.

Y hablando de Domingos, este día de la semana como me recuerda siempre a los años nuevos, en mi caso un domingo siempre está lleno de buenos propósitos que en mi inconsciente sé que no cumpliré.

Cómo cuándo digo, ya no criticaré, entonces por consiguiente dejaré de ir a centros comerciales a ver pasar gente, me dejaré de comer esa nieve llena de carbohidratos y de plano dejaré de hablar del individuo que me causa estas ojeras de mapache con cirrosis… En fin, el comportamiento de la especie “razonante” es complejo e impredecible, así que si Sigmund Freud no pudo, a mí no me pregunten... yo solo soy una simple mortal.


Volviendo al (mi, tu, NUESTRO mal) hábito de comerte a tus semejantes, quiero agregar que no es que en mi cabeza viva algún tipo de villana maléfica dictando mi conciencia (¡Sí! Si tengo conciencia para los que lo dudaban… que no la use es diferente!)


Simplemente es que el que diga que no es rico el arte de la criticadera, miente con todos los dientes, y su castigo será que cuándo se tropiece en la vida no podrá meter las manos por traerlas escondidas después de haber aventado la piedra.

Yo acepto el hecho de que me gusta esta parte de la visualizada a fondo, digo! hay que ser sincera y a mí eso se me da mucho… porque no puedo decir que soy una perita en dulce si sé a la perfección que cuándo paso por el proceso de aprobación, los hago hacer muecas como cuándo te comes un tamarindo… y eso no es nada dulce.

Y como dice la canción: Por eso y muchas cosas más…..


Qué bueno que normal no soy, porque si lo fuera; quién les escribiría… a quién criticarían… y yo de quién me burlaría?

g.suárez