1 de enero de 2012

¿Borrón y cuenta nueva?


Se fue el 2011 y con el todas nuestros momentos, buenos y malos, las risas, las lágrimas y los kilos que bajamos, ya que con todo el recalentado que seguro durará hasta febrero, la línea que guardábamos, ya no es línea, ahora es curva.

Enero, ese mes en el qué pensamos que todo vuelve a empezar, como si tuviéramos un botón de reset  interno y mientras está el último suspiro en las campanadas del reloj en retroceso del año nuevo, estamos ansiosas por oprimir.

Hoy voy a cambiar, diría La Lupe, ahora sí dejo de fumar, de comer tantas  chunchas calóricas  y obvio, de estar como una looser tras ese hombre que seguramente no nos conviene. ¡Sí, ajá!  Hasta parece que lo decimos tantas veces podamos para que nuestro cerebro lo asimile, mientras nos metemos a la boca una rebanada de pastel,  y en una mano traemos el cigarro  y en la otra el iPhone casi, casi poniendo “send“ al número prohibido.

Todas queremos tener propósitos, ¡y los queremos cumplir!

En mi caso particular, mejor solo me pongo uno que SIEMPRE cumplo. 1.- No hacer lista de propósitos.  Ya que cuando menos lo espere estaré en agosto, sin dieta, fumando y sufriendo por alguna relación tormentosa. Entonces, mejor me evito la molestia.

Todos los años, al estar atragantándome con las uvas, tratando de pensar en mis deseos (qué incluyen más zapatos y viajes; que dietas y trabajos), abrazando a mis amigos y llenando al mundo de bendiciones, también pienso Este Si, será mi año.

Desde el 2006 estoy diciendo que será mi año, y la verdad no me he detenido en pensar ¿para qué? Una pareja,  un mejor trabajo, más dinero, mucha salud (enferma no tienes nada de lo anterior) y lo cierto aquí es que en realidad desde ese entonces y más atrás, lo he tenido TODO. ¡Claro! en versiones modificadas  y por episodios;  porque tenerlo todo junto , tipo, un hombre que te ame, un trabajo que te encante, viajes y mucha felicidad, es como que aburrido ¿verdad? ¡¿VERDAD?!

En fin, mientras le sigo haciendo honor a  la D´Alessio y termino de hacer limpieza al armario (esto si es de ley cada 1º de Enero), el único propósito que cumpliré es que esta vez, no haré borrón y cuenta nueva.

Los recuerdos son  las fotografías del alma (me lo volé de por ahí) y recuerdos se quedarán, los malos momentos nos dejaron aprendizaje y la convicción de que si haciendo lo mismo te equivocas una vez fue ignorancia, si lo haces dos veces fue PENDEJEZ.  –ni como ayudarte honey-

En el amor siempre creeré, aunque me ponga la máscara de grinch y diga que no existe. Aquí no hay propósitos ni deseos, ese viene por añadidura.  Tal vez no llegue en un corcel blanco y me rescate de la torre del dragón, tal vez en mi cuento de hadas la historia sea  diferente, quizás yo no sea una princesa y él no sea un joven príncipe. Tal vez seamos simples mortales que se cruzaron en un camino cuando una iba a ningún lado y el otro a ninguna parte.

Entonces, al guardar el borrador, me quedo con todo mi pasado, solo como recuerdo y a la vez saco la pluma con la que escribiré mi presente al reinventarme teniendo mis doce propósitos día con día al estilo Gaby Suárez.

¡Feliz 2012!